Prevención de Asfixias en la Infancia

• Un llamado urgente a la corresponsabilidad social y familiar

• La formación en maniobras básicas de desobstrucción de vías respiratorias se convierte así en una herramienta ciudadana indispensable

Ricardo Jesús Rivas/ CAMBIO 22

CHETUMAL, 2 de julio. – La Secretaría de Salud de Quintana Roo inició una campaña informativa enfocada en la prevención de asfixias en niñas y niños, una problemática silenciosa pero altamente prevenible que, de no atenderse con diligencia, puede derivar en consecuencias fatales. La iniciativa busca generar conciencia sobre prácticas cotidianas que, aunque parezcan inocuas, pueden representar un riesgo letal para los menores, particularmente durante la etapa de desarrollo en la que exploran el mundo a través de la boca.

Entre las principales recomendaciones emitidas por la autoridad sanitaria se encuentran cortar los alimentos en trozos pequeños, supervisar de forma constante a los menores durante sus comidas, y evitar darles objetos pequeños que puedan llevarse a la boca. También se señala la importancia de seleccionar juguetes adecuados para su edad y prestar especial atención a elementos como globos, que fueron documentados como uno de los objetos más peligrosos por su capacidad de bloquear completamente las vías respiratorias.

La Secretaría enfatiza que estas medidas no sustituyen la responsabilidad adulta de generar entornos seguros, tanto en casa como en escuelas y guarderías. Asimismo, recomienda a madres, padres y cuidadores capacitarse en primeros auxilios, ya que una intervención oportuna puede ser la diferencia entre la vida y la muerte en casos de asfixia. La formación en maniobras básicas de desobstrucción de vías respiratorias se convierte así en una herramienta ciudadana indispensable.

En un contexto donde el tiempo y la prisa a menudo relegan la prevención a un segundo plano, esta campaña cobra una relevancia de suma importancia. La prevención de asfixias no puede ser vista como un asunto menor, sino como una responsabilidad colectiva que inicia desde el hogar y debe ser acompañada por políticas públicas que impulsen la educación en salud preventiva desde las primeras etapas de la vida.

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