• Por un lado, asegura que no tendrá impacto presupuestal; por el otro, en su clausulado final admite que la jefatura podrá contar con el personal necesario para su funcionamiento

 

  • Esta contradicción revela un intento de maquillar lo que, en la práctica, es una expansión burocrática disfrazada de modernización

 

Ricardo Jesús Rivas / CAMBIO 22

CHETUMAL, 25 de junio. – En un movimiento que huele más a estrategia política que a necesidad administrativa, la presidenta municipal de Othón P. Blanco, Yensunni Martínez Hernández, impulsa la creación de una nueva figura dentro del organigrama municipal, la “Jefatura de Despacho de la Presidencia Municipal”. Pese a su presentación como una herramienta para “mejorar” la coordinación y eficiencia del gobierno local, lo cierto es que esta figura parece un intento de concentrar más poder y duplicar funciones ya existentes, sin claridad operativa ni control presupuestal.

La propuesta, que forma parte de una iniciativa para modificar el Reglamento Interior del Ayuntamiento, busca modificar el marco normativo, dotando a este cargo de una larga lista de facultades operativas, estratégicas y hasta representativas. Bajo el pretexto de apoyar al titular de la presidencia en sus actividades, esta nueva jefatura tendría la capacidad de intervenir en casi todos los procesos administrativos, coordinar dependencias, representar institucionalmente al municipio y gestionar información estratégica, sin mecanismos de supervisión definidos.

Lejos de ser un rediseño técnico, el proyecto muestra serias inconsistencias, por un lado, asegura que no tendrá impacto presupuestal; por el otro, en su clausulado final admite que la jefatura podrá contar con el personal necesario para su funcionamiento, lo cual equivale a abrir la puerta a nuevos nombramientos y gasto público sin límites claros. Esta contradicción revela un intento de maquillar lo que, en la práctica, es una expansión burocrática disfrazada de modernización.

Resulta aún más preocupante que la iniciativa llegue cuando la administración de Yensunni Martínez se encuentra en su etapa final. En lugar de abocarse a resolver los problemas más urgentes de Chetumal, como el deterioro urbano, los servicios públicos deficientes o los rezagos administrativos, la presidenta opta por blindar su aparato político con una figura ambigua y con atribuciones excesivas. La jefatura propuesta se superpone con funciones que ya cumplen otras direcciones y parece diseñada para consolidar un control interno con poca transparencia.

El Ayuntamiento de Othón P. Blanco no necesita más cargos, ni estructuras paralelas; necesita soluciones reales, rendición de cuentas y una administración cercana a la ciudadanía. Crear una oficina alterna con poder ampliado en la mitad de su gestión es políticamente irresponsable y éticamente cuestionable. Si esta administración quiere presumir logros, debería empezar por resolver problemas, no por inventarse nuevos puestos.

 

 

 

redaccion@diariocambio22.mx

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