Redacción / CAMBIO 22

José María Morelos, 25 de junio. –  En un municipio eminentemente agrícola, donde la comercialización de productos locales ha sido históricamente una barrera, la transformación de la miel en productos con valor agregado representa una alternativa viable y esperanzadora para los apicultores. Así lo expresó Florinda Sosa Castillo, profesora y promotora cultural de la comunidad de La Presumida, al reconocer el esfuerzo de un productor local que ha logrado diversificar la venta de miel mediante la elaboración artesanal de dulces y remedios derivados del producto natural.

“Lo que me gustó es que él no solo se quedó en vender miel a granel; empezó a darle tratamiento, aprendió a hacer paletas de miel con ajonjolí, con chamoy, a hacer coco miel, café con miel, e incluso hasta jabones con miel”, explicó la profesora, destacando el proceso de aprendizaje y superación personal del productor. Esta iniciativa, dijo, no solo le ha permitido comercializar su producto de forma diferente, sino también obtener mejores ingresos, ante la caída del precio del kilo de miel en el mercado.

Las paletas artesanales, hechas únicamente con miel, han ganado aceptación entre los consumidores, especialmente entre quienes buscan alternativas naturales para afecciones respiratorias. Actualmente, los productos se comercializan en el mercado municipal, la terminal de autobuses y algunas tienditas locales, con una respuesta positiva por parte de los clientes.

Sosa Castillo señaló que este tipo de transformaciones aún son poco comunes en la región, pese a que José María Morelos cuenta con una fuerte tradición apícola. “Casi nadie lo trabaja, porque es laborioso. No se ven muchas personas haciendo dulces con miel. Él incluso hace jabones, aunque esos sí los he visto en otros espacios”, indicó.

La profesora también subrayó la necesidad de capacitar a la población sobre los beneficios del consumo de miel, más allá de su venta. “Mucha gente la tiene, pero no la consume. La miel es energizante, cicatrizante y ayuda en problemas respiratorios. Yo siempre digo que hay que tenerle fe a la miel”, afirmó.

Finalmente, consideró que abrir canales de comercialización hacia otras zonas del estado y promover la capacitación comunitaria permitiría que más productores den el paso hacia la transformación de sus materias primas. “Primero hay que enseñar a nuestra gente el beneficio que tiene consumir y procesar la miel. No podemos seguir limitándonos a vender lo básico”, concluyó.

 

 

 

redaccionqroo@diariocambio22.mx

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