Redacción / CAMBIO22

Cancún, 22 de junio.– En un video titulado “Cuando la Corrupción Supera al Sargazo”, el exdirector de Servicios Públicos Municipales de Cancún, Willberth Esquivel, lanzó una dura crítica contra el manejo oficial del fenómeno del sargazo, al que calificó como una tragedia ambiental, económica y de salud pública agravada por la corrupción, la descoordinación institucional y la falta de voluntad política.

A través de su testimonio, Willberth Esquivel relata que desde 2012, cuando fue testigo del primer recale masivo de sargazo, las autoridades comenzaron a improvisar medidas.

“El secretario de infraestructura del gobierno del estado me pidió meter 15 volquetes de sargazo al relleno sanitario de Cancún”, recordó.

En ese entonces el gobernador era Roberto Borge, seguido en 2016 por Carlos Joaquín, cuando el fenómeno se volvió más frecuente e intenso.

“El 2018 fue devastador, pensamos que se nos acababa el Caribe. El 2019 también fue brutal, tanto que el gobierno del estado intentó declarar contingencia ambiental. Pero estábamos en plena locura populista de López Obrador, donde todos eran corruptos menos la 4T”, señaló, criticando el discurso oficial del gobierno federal y la falta de acciones efectivas.

Según Willberth Esquivel, el problema se agravó cuando en 2020 el expresidente Andrés Manuel López Obrador asignó el tema a la Secretaría de Marina, lo que marcó el inicio de lo que calificó como “una verdadera tragedia”.

A su juicio, el sargazo en sí no es el peor enemigo, sino la corrupción que impide soluciones reales.

“El mal uso de los recursos públicos, la falta de coordinación entre autoridades y el sector privado, la ausencia de protocolos y el nulo impulso a las pymes que han propuesto soluciones tecnológicas, son problemas mucho más graves que la propia llegada del alga”, denunció.

Además del golpe al turismo y la caída de la plusvalía inmobiliaria, Willberth Esquivel destacó los efectos ambientales y de salud del sargazo: erosión de playas, muerte del pasto marino y emisiones de ácido sulfhídrico, un gas tóxico que puede afectar a la población costera.

Criticó también la falta de prioridades en el gobierno federal, señalando que el sargazo merecía más atención que obras como el Tren Maya o el “puente interminable” sobre la laguna Nichupté.

A pesar de las innumerables reuniones y promesas, Willberth Esquivel afirmó que el problema continúa sin soluciones reales.

“La corrupción impide que se actúe con seriedad”, concluye el exfuncionario, dejando claro que mientras no se atiendan las causas de fondo, el sargazo seguirá hundiendo la economía de Quintana Roo cada año.

 

 

 

redaccionqroo@diariocambio22.mx

GPC/RCM

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