Violencia Infantil Sigue Siendo Invisible y Normalizada en Comunidades del Municipio: DIF
22 Jun. 2025
Redacción / CAMBIO 22
José María Morelos, 22 de junio. – A pesar de los esfuerzos institucionales, la violencia infantil en el municipio continúa ocurriendo en silencio, muchas veces justificada o ignorada dentro de los propios hogares. Así lo denunció Ingrid Gabriela Tun Huchín, coordinadora del Centro de Atención a Víctimas de Violencia Intrafamiliar (CAVI), quien alertó sobre la preocupante normalización del maltrato hacia menores en entornos familiares y comunitarios.
“La mayoría de los casos que atendemos llegan por denuncias anónimas. Las familias donde se vive la violencia no lo reportan; por el contrario, hacen todo lo posible para que no se sepa”, explicó Tun Huchín. Esta omisión, señaló, contribuye a que las estadísticas oficiales no reflejen la magnitud real del problema, generando una falsa percepción de control.

Golpes con objetos, gritos, empujones, castigos físicos y destrucción de objetos personales son solo algunas de las formas de maltrato que persisten. Muchas de ellas están tan arraigadas en la crianza tradicional que se siguen viendo como algo “normal” o “correctivo”. “Lo más grave es que incluso actos violentos disfrazados de juegos o bromas se siguen tolerando. La violencia es un delito, aunque se practique dentro del hogar”, subrayó.
La funcionaria advirtió que este fenómeno no distingue entre zonas urbanas o rurales, ya que está directamente relacionado con factores culturales, niveles educativos y patrones heredados de crianza. “Muchos padres reproducen lo que aprendieron de sus propios padres, y así se perpetúa el ciclo de violencia”, apuntó.
Ante esta realidad, el CAVI refuerza sus acciones tanto en la atención directa como en la prevención. El centro ofrece asesoría legal, acompañamiento ante fiscalía y atención psicológica a víctimas de todas las edades, desde niños hasta adultos mayores. En paralelo, se llevan a cabo campañas y pláticas en escuelas y espacios comunitarios para sensibilizar a la población y romper con los patrones de violencia.
“El silencio y la indiferencia siguen siendo nuestros principales obstáculos. La violencia no puede seguir siendo parte de la vida cotidiana. Hacemos un llamado urgente a denunciar, a educar y a actuar”, concluyó la coordinadora del CAVI.
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