La Alcaldesa de OPB Evade Responsabilidades por Desramado de Árboles en el Centro de Chetumal

• Una vez más, Yensunni Martínez Hernández recurre a la evasiva política, pretextando que su personal se excedió en una autorización para podar dos de los especímenes

Ricardo Jesús Rivas/ CAMBIO 22

CHETUMAL, 18 de junio. – Cinco árboles frondosos fueron mutilados prácticamente hasta el tronco en pleno centro de Chetumal, y el Ayuntamiento de Othón P. Blanco intenta deslindarse con un tibio comunicado donde más que asumir responsabilidad, traslada la culpa a funcionarios menores y promete una investigación que pocos creen que prospere. Una vez más, la presidenta municipal Yensunni Martínez Hernández recurre a la evasiva política, en vez de dar la cara, esconde el hecho tras una serie de tecnicismos administrativos.

El comunicado municipal reconoce que la Dirección de Medio Ambiente y Ecología autorizó la poda de dos árboles ficus con base en el folio DGDUMAE/DMAyE/PPT/061/2024. No obstante, en la práctica, fueron cuatro los ejemplares intervenidos de forma drástica, lo que evidencia un total descontrol operativo. Lo más grave es que la alcaldesa intenta dar por resuelta la indignación social prometiendo sanciones “a quien o quienes resulten responsables”, como si no tuviera bajo su mando directo a las áreas ejecutoras.

El hecho no es menor. La tala brutal de árboles en una de las principales avenidas de la capital es un reflejo de la falta de sensibilidad ambiental de esta administración. No es la primera vez que el gobierno municipal actúa con torpeza y sin planificación en el manejo del arbolado urbano. Esta vez, ni siquiera el pretexto de riesgo a transeúntes es suficiente para justificar la devastación que dejaron cuadrillas municipales, más cercanas al desmonte que al cuidado de áreas verdes.

En una ciudad que sufre cada vez más por las olas de calor, la pérdida de sombra y vegetación no es un tema estético, sino de salud pública. La presidente municipal debió ofrecer una disculpa pública, asumir su responsabilidad y cesar a los funcionarios que ejecutaron fuera de norma. En lugar de ello, optó por el camino fácil, lavarse las manos. Mientras tanto, el centro de Chetumal pierde árboles y la ciudadanía sigue perdiendo la confianza en su autoridad local.

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