La Historia de Amor Prohibida de Lucero; el Triángulo Amoroso con Los Capetillo
16 Jun. 2025
Redacción/CAMBIO 22
A veces, el corazón te mete en líos que ni tú misma sabes cómo explicar.
Yo tenía apenas 20 años. Era una muchacha soñadora, con una carrera que apenas despegaba y con un amor platónico de infancia que se volvía realidad: Guillermo Capetillo. Desde niña lo admiraba, me sabía sus telenovelas, y cuando nos dieron la película Quisiera ser hombre, sentí que el universo me estaba cumpliendo un deseo guardado desde hace años.
Guillermo era encantador. Mayor que yo, dulce, respetuoso. Me hacía sentir protegida. Nuestra química traspasó la pantalla, y lo que empezó como ficción se convirtió en algo muy real.

Pero el destino —como en las novelas— tenía otros planes.
Guillermo me llevó un fin de semana a su rancho familiar. Ahí conocí a su hermano menor, Eduardo. Guapo, carismático, con ese aire rebelde que hace temblar a cualquier joven de mi edad. Cuando Guillermo se iba, Eduardo me lanzaba miradas, me hacía bromas… y yo, lo confieso, no era indiferente.
Después de ese viaje, empezaron a llegar flores, chocolates, notitas al camerino. Yo estaba enredada entre dos corazones. Por un lado, la ternura de Guillermo, y por el otro, la intensidad de Eduardo. Y aunque mi corazón ya tenía dueño, no supe manejar la situación.

Todo expl*tó cuando Guillermo se enteró. Fue un escánd@lo. Palabras fuertes, puertas cerradas y una familia que se rompía. El padre de ambos, don Manuel, intervino con firmeza. Les prohibió volver a verme… y así fue.
El romance con Guillermo se acabó poco después. Eduardo también se alejó. Y yo, con el corazón roto, entendí que a veces, los triángulos no terminan como en los cuentos.

Hoy, solo me queda mirar atrás con cariño. Porque aunque dolió, fue una historia que marcó mi juventud… y también me enseñó a amar con más verdad.
Lucero, la mujer que vivió un amor imposible… y terminó dividiendo a dos hermanos.
Fuente: Facebook
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