El Tulum de mis Recuerdos…
4 Jun. 2025
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Así nos Vemos
Edgar Prz/ CAMBIO22
Hace algún tiempo Tulum era nuestro y no lo percibiamos a plenitud. Un lugar con un mar hermoso, espléndido con playas, con arena, con sol, con ruinas, con historia y muy escasos turistas. Tiempos de mochileros y pensionados americanos que andaban en caravanas con sus campers y se estacionaban en la Playa El Paraíso del popular Pepin González.
Venían atraidos por lo apartado del lugar, por lo tranquilo, por lo, seguro, lo silencioso. Era tal la calma que se disfrutaba el ruido del oleaje, del vuelo de las gaviotas, del olor de las uvas de mar, los icacos, postales que nunca volverán.
Tulum era solo un pueblito de campesinos y pescadores. La Plaza Maya (centro ceremonial) fungia como el centro del pueblo, por la tarde los pocos pobladores salían a sentarse y platicar en las pocas bancas que habian.

Todo quedaba cerca es mas hasta el panteón estaba en esa pequeña área. La cantina del señor Borges estaba sobre la carretera federal y se convirtio en referente por las bebidas espirituosas que vendía y la botana de Xek de frutas y a veces Chicharra que ofrecía. Don Agapito era el personaje tipico de ese Tulum de antaño.
Tulum fue creciendo poco a poco, con calma, con orden. Habia control en las cosas, en los comercios, pequeños hoteles, casas de huéspedes, hostales familiares, terrenos, se daba un “ crecimiento ordenado”, estable, manejable. El imán turístico primero de Cancún, después la Riviera Maya fueron eclipsando, empujando a Tulum hacia otras latitudes.
De pronto hordas de gente empiezan a circular, la mancha urbana aumenta de tamaño. La atracción era el Trabajo, habia para todos. Inician las inversiones y se establece en el crucero de Coba el primer Super San Francisco de Asís, se apertura la gasolinera y el boom era ya imparable. Aumenta el Turismo con la operación de cadenas hoteleras quienes daban trabajo a la gente y economia al poblado. La entrada a la Zona Arqueológica estaba controlada por personal del INAH y existian algunos artesanos que ya ofrecían sus mercancías y productos. Funcionaba el Trenecito (antecedente del Tren Maya), que trasladaba a los turistas, era impulsado por un tractor y todo lo recaudado se destinaba al DIF. Ese era el Tulum nuestro y nunca lo supimos..

Con el tiempo aquel pueblito se convierte en Alcaldia y aquí nace la puja política, empiezan los ofrecimientos, las invasiones, los desmanes, surgen los grupos de poder y el (circulo negro) operando para causar divisionismo, celos internos, envidias que al final hicieron de los Tulumenses lo que nunca habían practicado, enfrentarse entre paisanos, vecinos, compadres, “el divide y vencerás’. Verdad Victor Mas.?
Los intereses causaron codicia y envilecieron a los hombres, la división se fue acrecentando y sin darse cuenta los pobladores originales, los verdaderos dueños de Tulum fueron desplazados por otra camarilla de gente nueva repleta de otros intereses. Esa es la cruda verdad, es lo que le paso a Tulum en los 16 años que tiene como municipio,. Cuantos años pasaron en paz, sin pleitos ni confrontaciones? Donde ha quedado la tranquilidad que se respiraba? Tulum arribo a una etapa en donde varias ciudades tuvieron que pasar cientos de años para encontrarse con esa disyuntiva.
Es feo andar en Tulum y pasar desapercibido..

Tulum tiene que reencontrarse, tiene que aprender de los errores cometidos. Tulum ya no soporta mas brincos al vacío, esta en una etapa critica que debe resolverse con el concurso de todos, sin egoísmos ni falsas poses, menos con un catálogo de mentiras y utópicas promesas.
En los ultimos años ha recibido inversiones históricas que le han cambiado el rostro al destino, falta aterrizar los programas, falta socializar con la gente, falta tomarlos en cuenta. De nada sirve invertir en obras suntuosas que al final no se usan o no sirven mas que para la estadística de Elefantes Blancos.

Estos son meses difíciles para la economia local, la baja de turismo es una realidad y lo resienten todos los sectores, desde el hotelero, restaurantero, inmobiliario, los taxistas, los artesanos, los pequeños comerciantes, vendedores ambulantes, en fin toda la cadena productiva se afecta, por ello hay que preveer estrategias, otras alternativas para paliar estos meses de baja ocupacion que se estan volviendo recurrentes.
Tulum es mas grande que sus problemas y es tiempo de demostrarlo con el concurso y el esfuerzo de todos. Para tener un destino seguro, visitado, que no pase de moda, hay que construirlo y cuidarlo, si nos descuidamos estas muestras, estas señales de alarma podrían ser fatales.

Tulum es nuestro y seguirá siendo nuestro, no lo perdamos..
Aun es tiempo y estamos a tiempo…
Mejor seguiré caminando y cantando “ Si no creyera en la locura de la garganta del sinsonte, si no creyera que en el monte se esconde el trino y la pavura. Si no creyera en la balanza, en la razón del equilibrio, si no creyera en el delirio, si no creyera en la esperanza”..
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LRE/RCM




















