La Falsa Representación Indígena Maya en la Península de Yucatán

• Necesariamente Incómoda

Graciela Machuca Martínez/CAMBIO 22

Con la reciente destitución del gobernador indígena maya de Yucatán, Julio Be Poox, por los integrantes Supremo Consejo de la Etnia Maya de Yucatán (Sucemy) vuelve a relucir el uso político electoral que se le dan a esos cargos “honorarios” y que tuvieron su origen en el Estado corporativo que se consolidó durante el esplendor del Partido Revolucionario Institucional (PRI), instituciones y prácticas que le siguen siendo rentables a los gobiernos de la 4T, porque a través de estas figuras buscan controlar a los pueblos originarios que se siguen oponiendo al supuesto desarrollo que les impone la clase gobernante en turno.

En cada uno de los estados, principalmente los que tienen una población indígena considerable, hay más de un gobernador nombrado por algún consejo o por alguna organización que han encontrado, en estos esquemas políticos del viejo régimen político, su forma de vida, porque en la organización interna de los pueblos y comunidades indígenas no existe la figura de gobernador, son otras las estructuras, dinámicas y las prácticas organizaciones que estuvieron o siguen vigentes en algunas zonas, pero que, desafortunadamente, han sido o están siendo destruidas por las acciones políticas y de gobierno del sistema electoral de partidos políticos.

Recordemos que muchos o por lo general, la mayoría de los gobiernos de la 4T, están operados en puestos claves por los más corruptos expriistas y que al integrarse al proyecto político de Andrés Manuel López Obrador se “purifican”, pero en la vida real se siguen oponiendo al pleno desarrollo de los pueblos indígenas, los cuales se siguen resistiendo al sistema de desarrollo neoliberal, eurocentrista y mercantilista que les impone la clase gobernante en turno.

En la cosmovisión y en la vida diaria de los pueblos indígenas no existe la figura de gobernador, ni dignatarios, ni santuarios, ni centros ceremoniales, son imposiciones externas a las comunidades. Son otras las estructuras.

A partir de mediados de mayo el Sucemy por la vía formal notificó al Congreso de Yucatán que Julio Be Poox dejó de ser su gobernador, porque utilizó el cargo para fines políticos personales y en su lugar fue nombrado Felipe Nery Espinoza Herrera, quien de manera interina desempeñará las tareas mientras concluye el periodo para el que fue designado Julio Be Poox.

En Quintana Roo también existe, de hecho, la figura de gobernador indígena, uno de estos nombramientos es el de gobernador pluricultural del Estado de Quintana Roo que le fue dado al maestro Adalberto Yam Pech en el mes de enero de 2022, sin que hasta la fecha el pueblo de Felipe Carrillo Puerto y los demás pueblos mayas de la entidad sepan de alguna gestión en su beneficio.

Tanto a Yam Pech, como a los once representantes de los municipios de Quintana Roo que se sumaron a esta útil figura para la clase gobernante, les tomó la protesta una persona de nombre Alejandro González León, quien en esa ocasión se presentó como gobernador nacional indígena.

El uso político electoral que se le sigue dando a los pueblos y comunidades indígenas del país no tiene para cuando terminar, porque una de las organizaciones que avalan esta “gubernatura” indígena, además, del gobierno municipal de Felipe Carrillo Puerto, es un grupo de personas que dicen llamarse “Obrando con Unidad”. Por ciento, en aquella ocasión, el maestro Adalberto Yam Pech no pudo desaprovechar la oportunidad para portar una guayabera color guinda.

Cuando las organizaciones corporativas del PRI fueron perdiendo poder ante el avasallante triunfo electoral de MORENA, no desaparecieron, sino continuaron trabajando por su lado de manera marginal, otras se acercaron a la nueva fuerza política e hicieron alianzas y desde el seno de MORENA se reagruparon otras para tener a sus propios gobernadores, desde luego, nombrados de manera discrecional conforme a sus intereses electorales y para ocupar los espacios de los auténticos pueblos indígenas.

El propósito de la 4T es utilizar de figura decorativa al Consejo Supremo Maya, que incluso, es reconocido por la ley, para que el trabajo político electoral se lo haga el gobernador pluricultural de Quintana Roo.

Buscan seguir dividiendo y utilizando a la población maya, su intención es seguir utilizándola en favor de las grandes empresas turísticas, se robaron el término Maya para un tren que nadie necesitaba en la Península de Yucatán, porque no fue construido con base en un proyecto técnico y de conservación de la cultura y de los recursos naturales mayas, sino de los intereses personales aún desconocido del entonces presidente de la república.

A través de este breve texto exhortó a las personas que tengan un nombramiento como gobernador indígena en Quintana Roo o como gobernador maya, a que le informen a las comunidades y pueblos indígenas mayas y demás pueblos indígenas que residen en la entidad que han hecho en su beneficio, porque hasta el momento solo conocemos las fotografías cuando rindieron protesta, pero desde entonces, tal parece que se regresaron a su casa o sus actividades son clandestinas, porque la población indígena de Quintana Roo ignoran lo que hacen.

Han tenido la oportunidad de defender a la población indígena de Quintana Roo cuando la hoy senadora de la república Alma Anahí González Hernández, usurpó la afirmativa a favor de las mujeres indígenas de Quintana Roo, falsificando una identidad que nunca ha tenido, luego junto con el también senador Eugenio Segura se dedicaron a tomarse fotografías utilizando a personas indígenas solo como piezas decorativas.

También deben explicar que están haciendo por defender los derechos de los pueblos y comunidades indígenas de Quintana Roo ante la debacle del sistema judicial nacional. Si se dicen representantes de indígenas de Quintana Roo tienen mucho que decir y explicar.

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