Redacción/ CAMBIO 22

El pasado 12 de mayo, el Comité de Análisis sobre Desaparición de Personas de la Universidad de Guadalajara publicó un documento que, en resumen, sostenía que en Jalisco creció de manera abrupta la no localización de personas desaparecidas con edades entre 15 y 19 años en lo que va del año. Además de argumentar que ese crecimiento de casos sin resolver sólo se presenta en ese grupo de edad y que la causa más probable era la intensificación del reclutamiento forzado por parte del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), organización criminal dominante en esta entidad. Análisis posteriores demuestran que estos hallazgos del caso de Jalisco valen para el resto del país, y que la hipótesis del reclutamiento forzado como una de las causas principales de este incremento a escala nacional debe considerarse de manera seria.

El caso de Jalisco

Ante la duda que se ha querido generar sobre los datos analizados por el Comité, hay que decir de nuevo que provienen de fuentes oficiales. Son los que el Gobierno de Jalisco publica cada mes a manera de un listado de casos de personas localizadas y desaparecidas, según denuncias de la Vicefiscalía Especial de Personas desaparecidas y reportes de la Comisión de Búsqueda local. El que se liberó el 10 de mayo contiene 34,893 registros con corte hasta el 30 de abril: 18,705 de personas localizadas, 15,619 desaparecidas y 571 clasificados en una categoría inventada que se llama “cierre”, donde las autoridades colocan denuncias duplicadas, incompletas o que no saben qué hacer con ellas.

Con base en esta información, se elaboró la siguiente gráfica que muestra en números absolutos las personas desaparecidas de 15 a 19 años por fecha de reporte –no de desaparición– y que mantienen ese estatus desde 2018 hasta abril del 2025 y el pico que se observa a partir de enero de este año:

A pesar del aumento de casos, no son todos los ocurridos. Cuando la desaparición es motivada por el reclutamiento forzado, hay que suponer un subregistro mayor al que ocurre con otros tipos de desapariciones. Desde hace más de un año, el CJNG ha buscado mimetizar estas privaciones de la libertad como supuestas contrataciones temporales de trabajo. Bajo esa falsa apariencia, a las familias se les presiona para que no denuncien o retiren su denuncia; a las víctimas se le permiten llamadas esporádicas y vigiladas con sus familiares y todo se manipula para aparentar que se trata de un trabajo normal en el ramo de la construcción o mantenimiento de viviendas. El Comité de la UdeG advirtió en julio del año pasado sobre el aumento de casos bajo esta modalidad. Aunque es difícil saber qué efecto tiene en la cifra negra de personas desaparecidas, puede ser considerable. En enero de este año, fuerzas federales irrumpieron en un predio conocido como rancho de la vega, ubicado en Teuchitlán, Jalisco, y liberaron a 36 personas que, según el juez a quien fueron remitidos, habían sido víctimas de reclutamiento forzado. Ninguna tenía reporte de desaparición y provenían de diversos estados del país, como Puebla, Hidalgo, el Estado de México, Oaxaca, Veracruz, etc.

Un problema nacional

Lo publicado por el Comité adquirió resonancia nacional debido a que la presidenta Claudia Sheinbaum lo mencionó en su conferencia matutina y, quizás sin pretenderlo, colocó la desaparición de adolescentes y jóvenes en el centro de la atención pública. La periodista Patricia San Juan Flores publicó al siguiente día que el hallazgo del Comité de la UdeG también ocurría a nivel nacional. Según datos del Registro Nacional de Personas Desaparecidas (RNPDNO), el grupo de personas desaparecidas y no localizadas con edad de 15 a 19 años fue el que más creció entre dos recortes temporales que hizo con fines comparativos.

Mi propio análisis de los datos del RNPDNO, siguiendo un cálculo que permite una observación longitudinal de su comportamiento, muestra que lo hallado por el Comité sucede de manera semejante en todo país, no sólo en Jalisco: las desapariciones en el rango de edad de 15 a 19 años presentan una fuerte tendencia a la alza a partir del 2024, mientras que han ido a la baja en casi todos los restantes grupos de edad en lo que va de este año. Esto ocurre a pesar de que la información de Jalisco, la entidad que concentra más denuncias de todo el país, no se actualiza en ese registro desde 2022:

En números absolutos, el súbito incremento de jóvenes desaparecidos y no localizados con edades de 15 a 19 se debió a que en 2024 se añadieron 638 casos nuevos respecto al año anterior. Ningún otro grupo registró tal cantidad de denuncias sin resolver en el mismo lapso:

¿A qué se debe este aumento?

El Comité de la UdeG considera que en Jalisco la causa más probable del aumento es el alza en el reclutamiento forzado del CJNG. Aunque estas prácticas son añejas, desde 2023 se comenzó a saber de más denuncias de menores desaparecidos con esta finalidad. Uno de los más conocidos fue el de Brayan Antonio, de 13 años, que fue privado de su libertad en Zapopan en marzo y localizado en septiembre de ese mismo año cuando lo detuvieron en Zacatecas por la comisión de un delito no divulgado. Sin embargo, en el verano del año pasado, periodistas, analistas y activistas denunciaron que se estaban multiplicando los casos de jóvenes desaparecidos en las centrales de autobuses del área metropolitana de Guadalajara, sobre todo en la de Tlaquepaque.

Otras desapariciones de jóvenes se volvieron noticia por la enérgica protesta en la vía pública que hicieron algunos familiares. El caso más sonado fue el de Kevin y su prima Janetzy, ambos estudiantes de la Universidad de Guadalajara, de 18 años, desaparecidos el 29 de julio. Su desaparición no ocurrió, por cierto, utilizando la central de autobuses. Mientras que las autoridades insistían en que se trataba de ausencias voluntarias, la movilización de sus padres contribuyó a su liberación a principios de agosto por parte de los criminales que los retenían. En septiembre, la fiscalía de Jalisco informó sobre la detención de un responsable. En marzo de este año, después de los hallazgos ocurridos en el Rancho Izaguirre por parte del colectivo Guerreros Buscadores de Jalisco, el secretario de seguridad, Omar García Harfuch, informó sobre la detención de José Gregorio N, alias “El Lastra”, presunto encargado de sus operaciones, y lo vinculó con la desaparición de ambos jóvenes.

Sin embargo, las desapariciones de jóvenes que se registran este año parece que ya no dependen, al menos de manera ostensible, de las centrales de autobuses. Tampoco han tenido efecto en la liberación de jóvenes las protestas de familiares (escasas y poco concurridas), salvo en el caso de Víctor Gallardo, quien reapareció después de que sus padres y cercanos cerraron un par de veces una arteria importante de la ciudad a principios de abril. La estrategia de reclutamiento parece haberse cambiado y endurecido respecto a la de 2024. De información recabada directamente de familiares de algunas víctimas, hay indicios de que las víctimas son trasladadas rápidamente fuera de Jalisco después de ser privadas de su libertad, seguramente para evitar la acción de la autoridad y desmovilizar a los familiares que pretendan ejercer presión para su regreso. Es probable que estén evitando que sucedan nuevos casos de liberación obligada como el de Kevin y Janetzy.

En Jalisco hay suficiente evidencia para atribuir al reclutamiento forzado del CJNG el aumento que hemos comentando. ¿Se puede decir lo mismo del resto del país? La fuerza y expansión territorial que ha logrado el CNJG en los últimos años es causa y resultado, en parte, de una estrategia de reclutamiento forzado que inició tal vez en 2015 y que cada vez tiene más alcance territorial. Si bien la mayor parte de los jóvenes reclutados por esta organización viven en Jalisco, un número importante viaja de otros puntos del país e incluso del extranjero. El CJNG es una organización criminal muy beligerante, con numerosos frentes de combate en varios estados del país, lo que produce una demanda constante de nuevos reclutas por las numerosas bajas que registra y por los nuevos territorios que se añaden a su dominio. Esta dinámica, que va más allá de las fronteras de Jalisco podría, por sí sola, explicar buena parte de las desapariciones ocurridas en el segmento de edad de 15 a 19 años de todo el país (y no sólo en él), tanto de manera directa como indirecta, pues la constante confrontación con el CJNG seguro ha obligado a otras organizaciones criminales a intensificar sus propias estrategias de reclutamiento forzado.

En efecto, el CJNG no es la única organización criminal en México que recurre al reclutamiento forzado de niños, niñas y adolescentes. Un documento elaborado por el Gobierno Federal en 2021, que apenas se conoce, atribuía estas prácticas básicamente a todas las empresas criminales del país y reconocía 18 entidades proclives a que ocurriera.

De los 638 casos nuevos que se añadieron en 2024 de personas desaparecidas y no localizadas con edades entre 15 y 19 años el 86.5 % (es decir, 553) se concentraron en las siguientes entidades:

Todas ellas, salvo Nayarit, figuran en la lista de entidades identificadas en el documento. Esta coincidencia no prueba que los aumentos de desapariciones se deban al reclutamiento forzado de organizaciones criminales. Se requiere un análisis de contexto por entidad para determinar las causas de los incrementos, sobre todo en un grupo de edad como el de 15 a 19 años, donde confluyen otras violencias y procesos de maduración psicosocial de los jóvenes que también se vinculan con desapariciones.

Sin embargo, en varios de estos estados se puede sostener la hipótesis de una estrecha relación con el reclutamiento forzado cuando la proporción de hombres desaparecidos es mayor al de mujeres. En los 122 casos de Jalisco que se mantienen activos hasta el 30 de abril el 80 % son hombres. Un porcentaje cercano a éste se observa en todas las entidades de la tabla, salvo en el Estado de México, la Ciudad de México y Puebla.

Jorge Ramírez Plascencia

Profesor de la Universidad de Guadalajara y miembro de su Comité de Análisis sobre Desaparición de Personas.

Secretaría de Gobernación. Mecanismo Estratégico del Reclutamiento y Utilización de NNA por Grupos Delictivos y la Delincuencia Organizada en Zonas de Alta Incidencia Delictiva en México. Documento sin fecha.

 

Fuente: Nexos

redaccionqroo@diariocambio22.mx

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