150 Años de Legado: Recordando el Natalicio de Howard Carter, el Visionario Descubridor de Tutankamón
8 May. 2024
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El 9 de mayo de 1874 nació en Inglaterra Howard Carter, el autor del que ha sido considerado, muy posiblemente, el descubrimiento arqueológico más famoso e importante de todos los tiempos: la tumba del faraón Tutankamón, con su magnífico ajuar funerario prácticamente intacto, en el Valle de los Reyes egipcio. Pero aunque el impresionante hallazgo procuró a Carter fama mundial, no todo fue un camino de rosas en la vida del prestigioso arqueólogo británico.
Redacción/ CAMBIO 22
El próximo 9 de mayo se cumplen 150 años del nacimiento de Howard Carter, el autor de uno de los descubrimientos arqueológicos más impresionantes e increíbles de todos los tiempos, el de la tumba del faraón Tutankamón, el 4 de noviembre de 1922, en el Valle de los Reyes, en Egipto.
Los orígenes de Howard Carter son relativamente modestos. Nació en Kensington el 9 de mayo de 1874, siendo el menor de una familia de once hermanos, aunque pasó gran parte de su infancia en Swaffham, en el condado de Norfolk. Su padre, Samuel John Carter, era un ilustrador muy reputado por sus bellas representaciones de animales, y su madre fue la hija de un constructor. Desde niño, Howard mostró un gran talento como dibujante, y también una gran pasión por la egiptología.

UN JOVEN APASIONADO POR EGIPTO
Fue precisamente durante su adolescencia cuando Carter dio sus primeras muestras de interés por el antiguo Egipto. Además, como el joven heredó el talento pictórico de su padre comenzó también a pintar animales para algunos aristócratas, aunque finalmente no quiso seguir la carrera de su progenitor. Una de las familias nobles para las que trabajó Howard Carter fueron los Amherst, coleccionistas y mecenas. Conocedores de la pasión del joven por Egipto, en 1891, cuando contaba 17 años, lo enviaron al país del Nilo, junto con el arqueólogo Percy Newberry, como dibujante, donde se dedicó a copiar pinturas e inscripciones de tumbas egipcias para la Egypt Exploration Society.
Desde entonces, Carter pasaría casi toda su vida en Egipto. En 1899 fue nombrado inspector de monumentos del Alto Egipto. En 1904 fue trasladado al norte del país y nombrado inspector del Bajo Egipto. Allí trabajó denodadamente para mejorar la metodología arqueológica y también llevó a cabo sus propias excavaciones, para lo que pudo contar con la financiación del Servicio de Antigüedades de Egipto, por aquel entonces bajo la dirección del francés Gaston Maspero.
“Como inspector de monumentos del Bajo Egipto, Carter trabajó denodadamente para mejorar la metodología arqueológica y también llevó a cabo sus propias excavaciones.”

Pero, finalmente, su fuerte carácter le acabaría provocando graves problemas. Carter renunció a su cargo en 1905 tras una disputa con unos turistas franceses en Saqqara. El defenestrado arqueólogo volvió a Luxor y allí tuvo que ganarse la vida vendiendo acuarelas a los turistas.
En 1906, volvió a trabajar como excavador, esta vez para el multimillonario norteamericano Theodore Davis, quien en aquel momento tenía la concesión para excavar en el Valle de los Reyes. En Luxor conoció a lord Carnarvon, un aristócrata británico interesado en la arqueología que pasaba largas temporadas en Egipto debido a sus problemas de salud, y que desde 1906 financiaba excavaciones arqueológicas en Egipto para matar el aburrimiento. Carter empezó a llevar a cabo algunas excavaciones para él.
Finalmente, en 1912, Davis, seguro de que el Valle de los Reyes no podía dar más de sí, dejó la concesión. Carter, convencido de que el norteamericano estaba en un error, convenció a su nuevo mecenas de adquirir la concesión y excavar en el Valle. Y es que Carter estaba seguro de que la tumba de un faraón poco conocido llamado Tutankamón se encontraba allí, y no solo eso, sino que estaba intacta.
Fuente: Nathional Geographic
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